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| Artículos de opinión

Aumentan las inversiones públicas en infraestructura gasífera

Autor | Federico BernalRicardo De Dicco


Conflictos de Interes
Los autores no manifiestan conflictos de interés


Palabras Claves
Buenos Aires, ENARGAS, gasoducto, GNEA, infraestructura, Ministerio de Planificación, Partido de la Costa, Plan Energético Nacional



14-09-2015 | A las obras de infraestructura como el Gasoducto del Noreste Argentino, el Ministerio de Planificación Federal sumará ahora la ampliación del Gasoducto de la Costa, que demandará una inversión pública de 544,5 millones de pesos y beneficiará a 990.000 ciudadanos de 29 municipios bonaerenses.


Ampliación Gasoducto de la Costa
El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios firmó días atrás un convenio de obras públicas requeridas para la ampliación del Gasoducto de la Costa con intendentes de esa región de la provincia de Buenos Aires. Las obras consisten en la construcción de un gasoducto de 18 km de Loop de 20 pulgadas en el tramo El Chourrón (cerca de Tandil) y Las Armas (partido de Maipú), una planta compresora de 2.400 HP en Las Armas y 15 km de gasoducto de 16 pulgadas entre las dos plantas reguladoras de ingreso a Mar del Plata: La Invernada y El Tejado. Se estima que la ampliación de la capacidad de transporte pase de los actuales 4,6 millones de metros cúbicos diarios a 6 millones de metros cúbicos diarios, representando un incremento de 30%.

Estas obras demandarán una inversión pública de 544,5 millones de pesos, beneficiarán a 990.000 ciudadanos de 29 municipios bonaerenses, y lograrán satisfacer de forma más eficiente las necesidades gasíferas de las industrias de la región.

Actualmente el sistema de gasoductos de la región satisface las necesidades de 410.000 hogares. Con estas obras de ampliación, podrán sumarse al servicio público de gas por redes 84.000 nuevos hogares, de los cuales 28.300 serán de la ciudad de Mar del Plata.

Obras de infraestructura gasífera del Plan Energético Nacional
Estas obras forman parte del Plan Energético Nacional vigente, implementado a partir del año 2004, que en el transcurso de los últimos 10 años gestionó inversiones públicas para ampliar el sistema nacional de transporte troncal de gas natural mediante la construcción de casi 3.000 km de gasoductos troncales, permitiendo que más de 2 millones y medio de hogares argentinos accedieran por primera vez al servicio público de gas natural por redes.

Entre las obras de mayor relevancia que ya fueron concluidas, podemos destacar las correspondientes a 23 gasoductos de distribución (1.000 km de extensión) que benefician a casi 1 millón de ciudadanos de 13 provincias argentinas; el gasoducto submarino Transmagallánico entre las provincias de Tierra del Fuego y Santa Cruz; y; el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), que permite inyectar al sistema nacional mayor volumen de gas procedente de Bolivia.

Gasoducto del NEA
Actualmente se encuentra en plena ejecución la construcción y tendido del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), proyecto a cargo de la empresa pública ENARSA, dependiente del Ministerio de Planificación Federal. Tiene como principal objetivo saldar la histórica deuda con una de las regiones más postergadas del país: llevar gas natural a las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y al norte de Santa Fe.

Cabe recordar que el GNEA nace en el GIJA, en la provincia de Salta. El GIJA vincula Argentina y Bolivia mediante un gasoducto de 42 km de longitud. Esta obra, también a cargo de ENARSA, fue oficialmente inaugurada el 30 de junio de 2011.

Se estima una inversión pública superior a los 25.000 millones de pesos y la generación de alrededor de 20.000 puestos de trabajo directos, para los 19.144 km de cañerías, resultado de los 4.144 km de gasoductos troncales y de derivación, más los 15.000 km de cañerías para redes domiciliarias.

Con la construcción del GNEA, al sustituir las garrafas, se generará un ahorro de combustible que a su vez inyectará 160 millones de pesos anuales al consumo interno en las provincias de la región. Esto repercutirá en un mayor ingreso de divisas para el país, ya que el gas licuado de petróleo (GLP) envasado en garrafas que se consume en la región se exportará a un mejor precio que el gas natural importado de Bolivia.

Estamos en presencia de obras que resultan fundamentalmente en estratégicas, porque constituyen, como en el caso del Noreste Argentino, un hecho de reparación histórica con las provincias y la región más postergadas del país por el nefasto neoliberalismo. No tenían acceso al gas natural por redes, poca o nula generación eléctrica, operando aisladas del Sistema Argentino de Interconexión y del Sistema Nacional de Transporte de Gas Natural por Redes. En realidad, no tenían obras de infraestructura de ninguna naturaleza. ¿Y por qué? Porque la Argentina se había reducido, siguiendo la línea histórica del conservadurismo doméstico, a la Pampa Húmeda que conviene a los intereses de nuestras clases dominantes y sus socios extranjeros. Sin embargo, desde el 2003 a esta parte la "geopolítica" de la semicolonia fue reemplazada por una geopolítica de una verdadera Nación. El Proyecto del GNEA ya en marcha y por su segunda fase, es una muestra cabal de ello. Integración sudamericana, gasoductos para nuestras provincias, gas para nuestros compatriotas, en lugar de gas que durante los noventa y hasta 2004 veíamos pasar bien entubadito para usufructo de otras naciones y otros intereses que no eran los del pueblo argentino. Energía que genera empleo, ingentes inversiones públicas (el famoso "gasto público"), contratos millonarios para nuestra industria, mejoramiento de la calidad de vida para millones de hogares. No es otra cosa que la energía como factor humano, como instrumento para el desarrollo y la consolidación de un federalismo genuino.