ÁREAS de
INVESTIGACIÓN

Tecnología Espacial y Telecomunicaciones

| Artículos de opinión

Relaciones carnales, repercusión en canales

Autor | Federico Giordano


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
ARSAT, ARSAT-3, CNN, EE.UU., Fútbol para Todos, Macri, Obama, relaciones carnales, TDA, telecomunicaciones, Telesur



14-04-2016 | La visita de Obama marca el puntapié inicial de un nuevo capítulo en nuestra historia de alineación automática con los designios de Washington. Dicha alineación se materializa, en primera instancia, gracias a los nuevos rumbos adoptados en materia empresarial, tal como analiza el OETEC en su artículo "La visita de Obama: subordinación industrial y tecnológica; infraestructura de servicios". En efecto, el sector de la comunicación no es la excepción.


La carnalidad de las relaciones con EE.UU. demanda dar de baja posibles infidelidades, es decir, todo tipo de alianzas con cualquier componente extra OTAN. Por supuesto, en esta relación, la monogamia se le exige únicamente al que ocupa el rol de sometido.

En el sector de las comunicaciones este condicionamiento se evidencia en la decisión tomada por la administración Macri de retirarse del canal TELESUR, dando marcha atrás en la propuesta más ambiciosa de integración latinoamericana en materia de comunicación audiovisual. De ahora en más, predominará el relato de la CNN; con lo que eso significa en momentos en los que se busca poner en jaque al gobierno de Dilma en Brasil como medida más fuerte de disciplinamiento en la región.

Pero el repliegue del Estado argentino no se limita al plano internacional, también se da en puntos estratégicos locales. La idea -liberal si las hay- de que el Estado no debe ejercer ningún rol que pueda ser llevado adelante por una empresa privada, ha contribuido a detener la construcción de satélites de comunicación (ARSAT 3), interrumpir el despliegue de la televisión digital terrestre (TDA) y buscará retirarse del manejo de los derechos de transmisión de Fútbol para Todos en junio de este año cuando la A.F.A los ponga nuevamente a la venta.

Por supuesto, ese retiro no será realizado sin tener listo el desembarco de empresas privadas que pasen a dominar dichos puntos medulares. Al respecto, en el caso satelital fue tema central de la avanzada francesa que vino junto al presidente François Hollande y en el de la TDA implica dejar el terreno libre para que Cablevisión refuerce su hegemonía ya que la TDA se estaba convirtiendo en un producto sustituto del cable ofreciendo alta definición gratis. Pero ¿qué pasa con el manejo del futbol, el cual vuelve a ser una mercadería más? Lo anterior no debiera sorprender desde el momento en que se le dio el manejo de "Fútbol para Todos" a Fernando Marín, el protagonista del primer intento de privatización futbolística con el gerenciamiento del quebrado Racing Club.

Si bien el modelo de negocio privado de fútbol podría ser una opción en otros países, en la Argentina, y por cómo está dada la situación de medios actual, equivale a que muchos compatriotas no puedan tener acceso a uno de los pilares centrales de nuestra cultura popular. Dificultad que ya comenzara a darse desde que los partidos centrales no se transmiten por la Televisión Pública -el canal de mayor penetración gratuita del país- y que pudiera acentuarse si quien administrara los derechos de transmisión fuera un privado con la única meta de recaudar.

Estas medidas, junto a la reciente convalidación por parte de la Cámara de Diputados del D.N.U. 267/15 que cercena la "Ley de Medios" liberando completamente la concentración empresarial de las telecomunicaciones, parecía plantear un panorama inmejorable para el Grupo Clarín que, a través de su empresa Torneos y Competencias, se apresta para controlar su vieja gallina de los huevos de oro; el fútbol. Sin embargo, el despliegue de la CNN en el continente también metió la cuchara en el deporte más popular del mundo. En este sentido, su controlante, la empresa estadounidense Turner Broadcasting System o TBS -que además posee canales como TNT, TCM, I-SAT, Space, Warner Channel, Cartoon Network y Much Music entre otros- anunció, en el marco de la visita de Obama, su inminente compra de TELEFE por una suma cercana a los U$S 400 millones; lo que implica una verdadera amenaza al Grupo local ya que ofreció $1.650 millones por los derechos de televisación de la primera división de fútbol argentino, una oferta que parece inigualable para otros interesados como Torneos y Competencias, ESPN y GOL MEDIA.

Esta situación, que no debe ser desvinculada de las recientes intervenciones de EE.UU. en el negocio del fútbol y su controlante la FIFA, propone dos escenarios impensados hasta hace poco: si se permite que el grupo Turner avance con la adquisición podría suceder que el Grupo Clarín pida que el Estado intervenga en el sector bloqueando la compra por parte de un grupo extranjero luego de décadas de bogar por la no intervención Estatal o, si en cambio se impide la operación, podría suceder que el grupo Turner se sume a la lista de los decepcionados por el macrismo y el gobierno de Cambiemos cumpla la peculiar condición de ser denostado tanto por Telesur como por CNN en nuestro continente.