La prueba de lanzamiento del vehículo experimental VEx-1a efectuado el pasado 26 de febrero ha resultado positiva para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), responsable del proyecto, y para la empresa pública VENG S.A., constructora del vector y dependiente de la CONAE. Se logró testear el funcionamiento del conjunto de subsistemas que conforman el vector, a pesar de no haberse podido concretar el despegue ni tampoco testearse el sistema de navegación, guiado y control.

Asimismo, es importante señalar que todas las agencias espaciales del planeta han sufrido incidentes con el primer prototipo de vector de lanzamiento de cargas útiles; en ese sentido hubiera sido un milagro que nuestra agencia fuera una excepción a la regla.

En función del calificativo "fracaso", con la que la prueba antedicha fuera retratada por cierta prensa, cabe señalar que "fracaso" resultó el abandono del desarrollo aeroespacial a comienzos de la década del 90 en la Argentina. El plan espacial de la CONAE vigente en la actualidad contempla el desarrollo de sistemas satelitales para la observación de la Tierra con aplicaciones en diferentes ramas de la actividad económica (agropecuaria, minera, energética, pesca, forestal, planificación territorial, etc.) así como también en la salud, seguridad, recursos hídricos, medioambiente, clima, emergencias/desastres naturales, etc. A todo esto y además, cabe sumar el desarrollo nacional de satélites de telecomunicaciones para la empresa pública AR-SAT.

Faltaba recuperar el desarrollo abandonado hace más de dos décadas del curso de acción denominado "acceso al espacio", y en ese sentido la CONAE y su empresa VENG están trabajando incansablemente en la culminación de este proyecto para que dentro de un par de años la Argentina forme parte del selecto club de 11 países que en el mundo dominan la tecnología que les permite colocar en órbita heliosincrónica satélites de observación de la Tierra.

Ahora bien, oportunamente la CONAE, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, formuló el desarrollo íntegramente nacional y pruebas de lanzamiento de 3 a 6 prototipos experimentales para el perfeccionamiento del vehículo Tronador II, cuyo modelo tecnológico deberá estar listo antes de finalizar el año 2015, para que a partir de 2016 puedan efectuarse los primeros lanzamientos con satélites de observación de la Tierra de hasta 250 kg. Los primeros dos prototipos, VEx-1a y VEx-1b responden a la necesidad de testear en vuelo el sistema de propulsión y el sistema de navegación, guiado y control cuyos lanzamientos de pruebas corresponden a Las Pipinas (partido de Punta Indio, provincia de Buenos Aires); la segunda serie de prototipos responde al testeo en vuelo del sistema de propulsión de la primera etapa, al sistema de propulsión de la última etapa del Tronador II y a ensayos de separación entre etapas y apertura de cofia. La última prueba, finalmente, corresponde al modelo tecnológico del Tronador II que simulará la colocación en órbita LEO de cargas útiles, mientras que el modelo definitivo del Tronador II será el que ponga en órbita los mencionados satélites de hasta 250 kg de masa, cuyos lanzamientos serán efectuados desde la base Puerto Belgrano en Bahía Blanca.

La construcción estos satélites, denominados SARE, fue encargada recientemente por la CONAE a la prestigiosa empresa pública INVAP. Los satélites SARE forman parte de un innovador desarrollo tecnológico y van a operar en órbitas LEO bajo la modalidad de arquitectura segmentada, que busca disminuir los plazos de diseño, desarrollo y puesta en operación de las misiones satelitales, repartiendo funcionalidades en varias plataformas satelitales heterogéneas que se comunican entre sí.

En el pasado, INVAP desarrolló exitosamente 4 satélites de aplicaciones científicas para la CONAE, siendo el último de ellos el SAC-D/Aquarius, un proyecto realizado en sociedad con la NASA y lanzado en junio de 2011, para obtener mediciones de la salinidad superficial de los océanos para su estudio y vinculación con los cambios climáticos.

Actualmente INVAP está desarrollando los satélites de observación de la Tierra SAOCOM 1A y 1B encargados por la CONAE, que cuentan con radares de apertura sintética que operan en banda L desarrollados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y por el Instituto Argentino de Radioastronomía (del CONICET y Universidad Nacional de La Plata), los cuales formarán parte a partir de 2016 cuando se ponga en órbita el SAOCOM 1A del Sistema Ítalo Argentino de Satélites Gestión de Emergencias (SIASGE), integrado por los dos satélites SAOCOM de la CONAE y por los cuatro satélites de la Constelación COSMO-SkyMed de la Agencia Espacial Italiana (ASI).

INVAP también está a cargo de la construcción de las plataformas de los tres satélites de telecomunicaciones que le encargó la empresa pública AR-SAT, además de la integración de los componentes de la carga útil. Recientemente, el primero de estos satélites de telecomunicaciones, el ARSAT-1, de 3 toneladas de masa y diseñado para cumplir una vida útil de 15 años en órbita geoestacionaria, ha sido sometido exitosamente a los ensayos ambientales practicados en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), radicado en el predio de INVAP en Bariloche, y tiene previsto su lanzamiento a mediados de año desde el Centro Espacial de Guayana Francesa. Cabe destacar que el CEATSA fue creado por AR-SAT e INVAP en 2010 gracias al estratégico apoyo del Ministerio de Planificación Federal. Hacemos especial énfasis en esto último, pues resulta más que loable la participación del Estado y del gobierno nacional en el desarrollo científico y tecnológico del país.