Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Demanda eléctrica GUMA correspondiente a la actividad de sustancias químicas
Como se observa en el gráfico siguiente, la rama de actividad de las sustancias químicas presentó una caída del 16,4% durante el periodo analizado. Como se observa en el gráfico de abajo, al momento de entrar en plena vigencia el ASPO (cuarta semana de marzo), la reducción del consumo eléctrico de las industrias químicas fue de un - 10,4% en relación a la semana anterior. Dicha tendencia se mantuvo en las semanas posteriores:


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Asimismo, si bien la primera y tercera semana de abril mostraron un incremento en la demanda del 1,3% y 0,5%, respectivamente, este alza no fue suficiente para alcanzar las cantidades promedios mensuales demandadas en 2019 (233 MWh).

Demanda eléctrica GUMA correspondiente a la actividad de alimentos y bebidas
Otro fue el comportamiento que exhibió el consumo eléctrico de las actividades vinculadas a la producción de alimentos y bebidas, siendo una de las pocas ramas que logró mantener cierta estabilidad producto de su condición de industria "esencial".

Como se observa en el gráfico siguiente, su nivel de demanda eléctrica presento una caída en las dos primeras semanas del ASPO (tercera y cuarta semana de marzo) del orden del -0,4% y -11,2%, respectivamente, alcanzando un mínimo de consumo de 206 MWh.


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Sin embargo, durante el mes de abril la tendencia negativa se revierte y comienza a experimentar un crecimiento sostenido, lo que llevará la demanda a los niveles previos al ASPO (233 MWh).

Pese a dicha mejora, el consumo eléctrico de este tipo de actividad se mantuvo por debajo de los consumos promedios registrados en 2019.

Demanda eléctrica GUMA correspondiente a la actividad de Metales Comunes
Por su parte, la demanda de electricidad de las industrias metalúrgicas fue una de las más afectadas. En efecto, dicha demanda registró un desplome del 88% entre la tercera semana de marzo y la quinta semana de abril:


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Como se observa en el gráfico de arriba, el consumo eléctrico de las industrias metalúrgicas disminuyó notablemente en la cuarta semana de marzo con una caída cercana al 94% (-93,8%) respecto de la semana previa.

Asimismo, luego de haber registrado un aumento en la primera semana de abril del orden del 37,5%, las dos semanas posteriores presentan un mínimo de consumo con cantidades ubicadas en 15 MWh, cuando el promedio mensual del 2019 había alcanzado los 285 MWh.

Si bien la cuarta semana de abril revierte la tendencia con un crecimiento del 200% en el consumo eléctrico en relación a la semana anterior, los niveles demandados se encuentran muy lejos de la plena recuperación. De hecho, vuelve a registrarse para la quinta semana del citado mes una baja en la demanda del -31,1%, respecto a la semana previa.

Demanda eléctrica GUMA correspondiente a la actividad de minerales no metálicos
En materia de producción de minerales no metálicos, la demanda eléctrica contabilizó una caída de casi 53% (-52,8%) en el periodo comprendido entre la segunda semana de marzo y la quinta semana de abril:


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Como se desprende del gráfico precedente, en la cuarta semana de marzo el desplome fue del 76,5% respecto a la semana anterior. Dicha tendencia a la baja se mantuvo otra semana más, con una reducción del 4,7% respecto a los siete días previos.

Con estos valores, el consumo eléctrico de la rama industrial aludida alcanzó el mínimo del período (41 MWh) durante la primera semana de abril, esto es, unos 142 MWh menos que al momento de decretarse el ASPO.

No obstante, a partir de la segunda semana del citado mes se registró un cambio de tendencia, donde el consumo comenzó a incrementarse. Pese a ello, no llegó a trepar a los niveles pre-cuarentena. Cabe destacar que dicho consumo quedó por debajo de los promedios mensuales de 2019 durante el período analizado (197 MWh en marzo y 202 MWh en abril).

Demanda eléctrica GUMA correspondiente a la actividad de papeles y sus productos
Finalmente, las industrias dedicadas al papel y sus productos presentaron una caída del 15,6% en la demanda de electricidad desde la segunda semana de marzo hasta la tercera semana de abril, no habiendo datos oficiales para la cuarta y quinta semana del citado mes:


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía. Sin datos para la cuarta y quinta semana de abril.

Como se ve en el gráfico anterior, el consumo eléctrico de las papeleras experimentó una reducción del -40,6% en la cuarta semana de marzo, respecto a la semana anterior. Con este nivel, alcanzó un consumo mínimo de 57 MWh, cuando antes de iniciado el ASPO el mismo se había ubicado en 96 MWh.

Debe considerarse que los datos para abril son de tendencia positiva. La primera semana del mes aludido presentó un incremento en el consumo del 33,3% respecto a la semana anterior, mientras que para la segunda y tercera semana la suba fue del 1,3% y 5,2% respectivamente.

Con estos valores la demanda eléctrica del sector se acercó a los valores que registró previamente al asilamiento pero no logró superar los niveles promedio de consumo exhibidos en 2019 (87 MWh).

Conclusión
Como sostuvimos en un informe anterior (ver bibliografía), la instauración del período de asilamiento social con fines sanitarios trajo aparejada una lógica caída en la actividad industrial y comercial que repercutió negativamente en los niveles de demanda eléctrica.

En el caso de los grandes usuarios mayores (GUMA), como vimos a lo largo de este artículo, el consumo de electricidad cayó abruptamente desde el momento en que entró en plena vigencia la cuarentena, esto es, a partir de la cuarta semana de marzo.

Sin embargo, se espera que las próximas semanas, la reapertura progresiva de las grandes industrias, bajo estrictos protocolos sanitarios y de seguridad, conlleve una mejora en los niveles de consumo eléctrico para este tipo de usuarios.