¿Cómo es que ningún organismo de defensa del consumidor, ningún legislador, ningún fiscal o juez hacen nada al respecto? Sobre todo, ningún legislador, desde que esa "medición" de inflación surge de legisladores neoliberales. ¿Cómo que "según el Congreso"? ¿Qué Congreso? ¿Acaso la totalidad de los diputados y senadores del Congreso responden a un proyecto político conservador?

Como es sabido, el diario Clarín se refiere al "índice de precios" elaborado por un puñado de legisladores de derecha, entre ellos, el padre del Corralito y la madre del ajuste del 13% a los jubilados en tiempos de Fernando de la Rúa. Ahora bien, el "índice" en cuestión no es ningún "índice". Se trata, por el contrario, de un promedio entre índices de precios elaborados por seis consultoras privadas opositoras. La aberración matemática y estadística de este "índice" no tiene ni límite ni parangón en el mundo. De hecho, es el único caso en el planeta tierra.

¿Por qué Clarín hace lo que hace? Porque nada mejor para alimentar un absurdo y permanente incremento de precios que atizando las expectativas inflacionarias de los consumidores, comerciantes y empresarios.

No obstante, lo grave de todo esto no es que el diario Clarín (en una nota anónima) mienta a la población y le inocule la idea de que el Congreso Nacional mide la inflación con un índice creíble y que dicho índice arroja casi un 40% para 2014. Lo grave es que nadie diga ni haga nada; lo grave es que, en igual sentido, nadie se preocupe por investigar la influencia de las expectativas de los consumidores en la evolución de la inflación en la República Argentina y el rol de la prensa reaccionaria. ¿Pedir la creación de un Instituto que se dedique a ello desde alguna Universidad pública sería mucho pedir? Para tranquilidad de neutrales o miedosos, ejemplos del estilo hay por montones en el civilizado mundo de Occidente. Un caso interesante lo constituye el Melbourne Institute Survey of Consumer Inflationary Expectations (lo dejamos en inglés a drede), perteneciente a la Facultad de Economía de la Universidad de Melbourne, Australia. Dicho Instituto "produce una medida directa de las expectativas inflacionarias a través de encuestas a los consumidores en las que se les pregunta cuándo y en qué proporción creen ellos que los precios cambiarán durante los próximos 12 meses". Luego, dichas expectativas son analizadas a la luz de la evolución de la inflación. ¿Por qué aquí nadie se pregunta, ni pregunta a los periodistas, especialistas y políticos -particularmente opositores- si no creen que los artículos periodísticos tendientes a exacerbar las expectativas inflacionarias contribuyen a un alza injustificada de los precios?

Desde el Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), reiteramos nuestro pedido a legisladores oficialistas y organizaciones de defensa del consumidor a tomar el toro por las astas y defender el bolsillo y el interés del consumidor, protegiéndolo de las prácticas comunicacionales dirigidas a inflar las expectativas inflacionarias de la población. Que ya se dejó que el "IPC-Congreso" se consolidara, ya se dejó. Que ya se dejó que se consolidara, también. Pero lo que no puede permitirse más es que los medios neoliberales sigan mintiendo a la sociedad como lo hacen, con total impunidad. ¿Proponemos censurar el "IPC" de Patricia Bullrich? No. ¿Proponemos que no lo presente más en el Congreso? No. Que siga con el circo. Entonces, ¿qué es lo que proponemos?

Desde el OETEC volvemos a recomendar, en este caso específicamente a los legisladores del pueblo argentino, combatir el "IPC-Congreso" pero repitiendo uno a uno los exitosos pasos tomados por sus creadores en el posicionamiento de su "IPC": 1) elegir 6 consultoras que mejor nos convenga; 2) denominar "IPC-Congreso Nacional" o "IPC-Mayoría del Congreso" o "IPC-Parlamento", o el nombre que quieran; 3) promediar los IPCs de las consultoras elegidas con la media aritmética; y 4) realizar una conferencia de prensa en el Congreso todos los meses, en el mismo salón, una vez concluida la presentación mensual del engendro de la diputada Bullrich y del diputado Federico Sturzenegger. En otras palabras, el mismo circo.

La creación de un nuevo IPC a imagen y semejanza del "IPC Congreso" obligará automáticamente a Clarín, a La Nación, a la ex ministra de De la Rúa, al PRO y al partido del Momo Venegas (uno de sus diputados forma parte de los promotores del referido índice) a criticar el nuevo IPC por estafador y copia vil, no quedándoles más remedio que poner en evidencia el milagro matemático, estadístico, mediático y, sobre todo, político, que hoy por hoy está consiguiendo elevar al nivel de premisa científica inobjetable un engendro siquiera estadístico.