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El Juez de la Servilleta (o el Luis XIV argentino)

Autor | Lucas Tarquini


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
allanamientos, AMIA, Claudio Bonadio, Comodoro Py, Corach, corporación judicial, familia judicial, golpismo judicial, Menem



22-07-2015 | La historia de Claudio Bonadio en Tribunales comenzó a escribirse en 1992 cuando se instrumentaron los juicios orales y públicos, y los seis juzgados federales porteños pasaron a ser doce. El menemismo decidió cubrir esos cargos con gente que no provinieran de los tribunales, sino con personas de "confianza". Y allí estaba Bonadío. Por aquel entonces, el hoy juez del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, se desempeñaba como subsecretario de la Secretaría Legal y Técnica, lugar donde se hizo muy cercano a Carlos Corach, un incondicional del entonces presidente Carlos Saúl Menem.


La primera exposición pública fuerte que tuvo Bonadio vino de la mano de una denuncia realizada por Domingo Felipe Cavallo. En aquella interna menemista, el ex superministro de Economía aseguró que Corach escribió en una servilleta los nombres de los jueces federales que controlaba el Poder Ejecutivo; entre ellos estaba el de Claudio Bonadio. Por esa denuncia, varios jueces que se encontraban en la lista comenzaron a ser investigados y fueron apartados de sus cargos. Sin embargo, Bonadio, que acumulaba cuatro denuncias ante el Consejo de la Magistratura, supo resistir en el cargo.

Este juez, tan afecto a hablar y expresarse políticamente a través de sus fallos, es uno de los más antiguos en el fuero federal. Y uno de los motivos para haber resistido, radica en que ha devuelto los favores. El magistrado supo pagarle al menemismo su nombramiento sacándole de encima varias causas complicadas, entre ellas la que vinculaba al ex interventor del PAMI, Víctor Alderete, con diversos hechos de corrupción. Su actuación motivó la denuncia de la Oficina Anticorrupción, que lo acusó de realizar "manejos sospechosos" en la causa para beneficiar a Alderete. La presentación detallaba que el magistrado tuvo a cargo durante más de cinco años una investigación sobre maniobras fraudulentas en el PAMI para favorecer a la firma Fegera con el monopolio de las prestaciones geriátricas y la administración discrecional de fondos, y que omitió citar a un alto funcionario vinculado a Carlos Menem "con el fin de cumplir con la palabra que le habría dado al ex ministro del Interior Carlos Corach, quien a pedido del ex presidente le habría solicitado desvincularlo".

En 2005, Bonadio fue apartado de la causa que investigaba el encubrimiento y las pistas falsas plantadas en la causa por el atentado terrorista a la mutual judía AMIA.
Los motivos del apartamiento eran varios, pero la acusación más relevante era por haber estado cinco años sin mover el expediente, beneficiando así a su colega y amigo Juan José Galeano y a su ex jefe Carlos Corach, ambos acusados de manipular la causa AMIA.

Modus Operandi
La forma de actuar de Claudio Bonadio denota que, para el magistrado, se trata de política, no de Justicia. Ha intentado montar un escudo frente los nueve expedientes de destitución que tiene en el Consejo de la Magistratura. Cada vez que el Consejo de la Magistratura sesiona, Bonadio toma una medida contra el Gobierno; cada vez que se siente acorralado, o que su conveniencia política se lo indica, utiliza causas judiciales para presionar y condicionar.

Bonadío mantiene todavía una buena relación con Miguel Ángel Toma, con quien se vinculó en los ´80 en el Frente de Unidad Peronista, que conducían Eduardo Vaca y el mismo Toma. Ese nexo lo acercó al candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, cuando el ex intendente de Tigre competía en las elecciones legislativas de 2013. Tal vez esta relación explique por qué, un mes antes de las PASO de ese año, Bonadio haya dictado la prisión preventiva de Ricardo Jaime, emblemático ex secretario de Transporte, acusado de diversos hechos de corrupción. Independientemente de las responsabilidades que le puedan caber a Jaime, sin duda los tiempos políticos para tomar las medidas los manejó Bonadío, y qué mejor momento que semanas antes de las PASO para que la maquinaria mediática se ponga en marcha y vincule una y otra vez al cuestionado ex funcionario con el gobierno kirchnerista.

El 7 de agosto pasado, la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura había aprobado la citación de Bonadío por su actuación en la causa en la que se investigó el contagio de cientos de pacientes con SIDA. En esa causa, Bonadio está acusado de demorar en forma injustificada un expediente, que finalmente prescribió, en el cual se investigó la adulteración de un medicamento suministrado a hemofílicos que padecieron por ello HIV y hepatitis, y por el cual muchos de ellos murieron. Al día siguiente de la citación, el juez Bonadio dictó el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou por presuntas irregularidades en la transferencia de un automóvil
Lo mismo sucedió el pasado 20 de marzo cuando la comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura citó a Bonadío por las acusaciones de "mal desempeño" en el trámite de dos denuncias de fraude al Estado: la privatización de Tandanor y la otra por la Curtiembre Yoma. Bonadío incurrió en "excesivas demoras" que derivaron en la prescripción de las causas por su "conducta morosa y negligente" que ocasionaron "un grave perjuicio al Estado". Ese mismo día que el Consejo lo citó a declarar, el juez, elevó a juicio una causa en la que se acusa del delito de "abuso de autoridad" al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno. Bonadio procesó a Moreno, por haber aplicado multas a consultoras privadas que difundieron datos erróneos o intencionados en la medición de la inflación.

El jueves 20 de noviembre del año pasado, mientras el Consejo de la Magistratura estaba designando presidente y conformado las comisiones, Bonadio ordenó el allanamiento en la Inspección General de Justicia, el Ministerio de Justicia, y en Hotesur, la empresa que administra un hotel que es propiedad de la Presidenta. La semana pasada, a pocos días de realizarse las PASO a nivel nacional, Bonadio designó a la Policía Metropolitana para que realice un operativo en la provincia de Santa Cruz en las oficinas de la empresa Idea SA y Valle Mitre, que administran los hoteles de sociedades de las que participa la presidenta Cristina Kirchner y funcionan en la inmobiliaria Sancho, Sanfelice y Asociados, de la que los hermanos Máximo y Florencia Kirchner son dueños del 49%.

La impunidad de la que hace gala Bonadio, va de la mano con su pertenencia a un aparato conformado por medios de comunicación, elementos del Poder Judicial (fiscales, jueces, etc.), grupos financieros y grandes empresas que se ocupan de realizar distintas operaciones para atacar y diezmar las fuerzas del gobierno nacional.

Los absurdos allanamientos, operativos y procesamientos ordenado por el juez, permiten poner en tapa de los diarios el nombre de la Presidenta y de distintos funcionarios del gobierno nacional involucrados con situaciones de aparente ilegalidad. Lo importante no es la veracidad de la investigación, lo relevante es el golpe de efecto mediático.

Además, Bonadío es un activo integrante de lo que se conoce como la "familia judicial". Por eso no sorprende que, cada vez que se cuestiona su actuación, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional acuda en su defensa.

Denuncias ante el Consejo
Claudio Bonadio acumula nueve causas abiertas en el Consejo de la Magistratura. El magistrado registra un total de 69 causas a los largo de su historia, pero hasta ahora no se lo ha sancionado ni una sola vez. Los expedientes en trámite actualmente son:

- Causa Hemofílicos: Médicos y titulares de laboratorios fueron denunciados por el contagio de más de 1200 pacientes hemofílicos con los virus HIV, Hepatitis B y C, por suministrar concentrados sin el método de incentivación viral correspondiente. Bonadio fue denunciado por demorar la instrucción: tardó tres años en citar a indagatoria y en otros casos no lo hizo nunca pese a la orden de la Cámara Federal.

- Causa Tandanor: El Tribunal Oral Criminal 5 lo denunció por la demora en elevar a juicio una causa por defraudación a la administración pública, que implicó el sobreseimiento por prescripción. En 1991, en el marco de la Ley de Reforma del Estado y mientras Bonadio formaba parte del Poder Ejecutivo, se produjo la transferencia del paquete accionario de la sociedad Tandanor al consorcio Marítimos S.A., que incurrió en diversas maniobras para frustrar el pago de 52 millones de pesos. Bonadio recibió la causa en diciembre de 2002. En 2006, querellantes y fiscales piden la elevación a juicio, que Bonadio materializó recién a fines de 2009.

- Causa Yoma: También por demoras injustificadas que derivaron en la prescripción de los delitos. En diciembre de 2000, la curtiembre Yoma, que hacía uso y abuso de un régimen de promoción industrial, fue denunciada por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia por defraudación a la administración pública. Bonadio tardó cinco años para llamar a los imputados a prestar declaración indagatoria y otros cinco para elevar la causa a juicio.

- Causa Sanoguera: Diego Sanoguera denunció a Bonadio porque nunca logró que le entregaran un certificado de sobreseimiento sin defectos. Agregó que fue maltratado y discriminado en el juzgado.

- Causa Marutian: El abogado Andrés Marutian, defensor del ex secretario de Transportes Ricardo Jaime, lo denunció por rechazar in límine un pedido de exención de prisión sin dar intervención al fiscal. La Cámara Federal revocó la decisión y señaló que eran irrazonables los motivos.

- Causa Tragedia de Once: El abogado querellante Gregorio Dalbon lo acusó de utilizar la causa con fines propios y no para buscar la verdad. Señaló que Bonadio orientó la investigación a demostrar una acción fraudulenta del Estado y citó como ejemplo el sobreseimiento del maquinista, revertido luego por la Cámara Federal.

- Causa Altamirano: La abogada Gloria Altamirano lo denunció por obstaculizar el ejercicio de la defensa. Sostuvo que el juez le impidió en varias oportunidades tomar vista del expediente y que recibió de parte del personal del tribunal un trato "cruel, inhumano y degradante".

- Causa Rúa: El abogado Alejandro Rúa lo denunció por mal desempeño y lo responsabilizó por una "campaña de hostigamiento e intimidación" para limitar el ejercicio de la defensa de sus clientes, situación que cesó recién cuando la Cámara Federal apartó a Bonadio de la causa.

- Causa Once, búsqueda de Lucas Menghini Rey: El abogado Dalbon lo acusó de imputar arbitrariamente a bomberos, policías y socorristas para ocultar su propia responsabilidad en el hallazgo tardío del cuerpo. Bonadio ordenó cesar la búsqueda pese a las sugerencias de utilizar métodos alternativos que no afectaran la escena. Ante la repercusión pública, imputó por incumplimiento de deberes a bomberos y policías.

Conclusiones
Bonadío se ganó en los pasillos de Comodoro Py el mote de Luis XIV; maneja las formas y los tiempos judiciales a su antojo. No en vano, la mayoría de los expedientes que tiene en el Consejo tienen que ver con "cajonear" causas y demorar injustificadamente los procesos judiciales. Más de una vez, la Cámara Federal decidió revocar en duros términos sus fallos. Pero como hemos mencionado, también puede tomar acciones muy rápidas a la medida del enemigo al que decida enfrentar, y ordenar allanamientos y procesamiento como respuesta a los cuestionamientos que se le hagan. Así, resolver una situación, puede tomarle cinco años o cinco minutos, según convenga a su estrategia política.

Porque para Bonadio se trata de política, no de Justicia. No obstante y para quitarnos algo del sabor amarguísimo que deja leer o hablar de este señor, cabe mencionar que probablemente estemos asistiendo a los días finales de Bonadio; pues su forma burda y decadente de actuar ya no le sirve ni a sus aliados.