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Comenzó el Segundo semestre: ¿Llegó la alegría macrista?

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
ajuste, caída del consumo, desempleo, despidos, neoliberalismo, pobreza, recesión, revolución de la alegría, segundo semestre



03-07-2016 | [EPPA] Depreflación, boom importador, primarización de las exportaciones y crecimiento del desempleo.*


Iniciando el Segundo Semestre, la economía se encuentra en caída libre con una inflación que no cede. En primer lugar, tomando algunos datos de la actividad económica, se observa que la depresión en la producción y el consumo se profundizan.

En efecto, según datos del INDEC, en Abril se derrumbó la construcción un 24% mientras que la industria cayó un 6,5%. En ese mismo mes, el bloque industrial de alimentos y bebidas, se desplomó un 11,6% por la menor producción de lácteos (-21%), bebidas (-18%), carnes rojas (-11,5%) y carnes blancas (-9,9%).

Por otro lado, durante Mayo, la recaudación del IVA-DGI (que depende fundamentalmente del consumo interno y la suba de precios) aumentó un 10% en un contexto de 40% de inflación reflejando una caída fuerte en términos reales producto de la disminución del consumo generada desde la administración Macri. Según el informe de FEDECAMARAS, en lo que va del año cerraron aproximadamente 5.000 comercios y los rubros más afectados fueron ferreterías, corralones, casas de materiales eléctricos y mueblería.

Pero además, el deterioro del poder de compra del macrismo no sólo se traduce en la reducción de consumo de bienes durables y de viajes de turismo, sino también en la caída del consumo de los productos de la canasta básica alimentaria. Mientras que en mayo de 2015 el argentino promedio consumía 59 kilos y medio de carne por año, en mayo del corriente la compra cárnica bajó a 55,7 kg, esto es, una merma del 6,4%, siendo además el menor consumo per capita de los últimos cinco años.

Por su parte, respecto a la inflación, pese a la caída del consumo interno los precios siguen aumentando considerablemente. Según el Índice de Precios del INDEC la inflación de mayo fue de 4,2%, mientras que para el IPC del mismo mes alcanzó el 5%. Asimismo, se estima que la inflación para este año será alrededor de un 40%, lo cual implicará la caída de todos los ingresos reales de los argentinos. En efecto, tanto los salarios nominales como las jubilaciones y la asignación universal por hijo, aumentarán por debajo del 40%.

Por otro lado, la política antiinflacionaria del macrismo se resume a la recesión económica y a la apertura comercial. La caída del consumo y la entrada masiva de productos importados más baratos implicaran, en algún momento, una desaceleración en la suba de precios. Sin embargo, dicha desaceleración se hará a costa de la des-industrialización y el quiebre de la pequeña y mediana empresa, junto con el aumento de la desocupación. En consecuencia, el resultado final para este año será una caída de los ingresos reales de los argentinos al tiempo que un crecimiento del desempleo, donde la suba de precios ira cediendo a costa de la falta de trabajo.

Con lo cual, iniciamos el segundo semestre pasando de un proceso de ESTANFLACIÓN (estancamiento más inflación) a un proceso de DEPREFLACIÓN (depresión más inflación), tal como señala el último informe del CESO. La Depresión Económica sucede cuando la recesión (caída de la producción y el consumo) se extiende por varios meses, como viene sucediendo desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri. Por lo tanto, al comenzar la segunda parte del año, la situación económica es cada vez peor.

A su vez, analizando el Sector Externo (exportaciones e importaciones) se observa la filosofía de la economía macrista. Por el lado de las exportaciones, se produjo un proceso de primarización de las ventas externas, en el cual ganan cada vez más participación las exportaciones de productos con poco valor agregado y escasa generación de puestos de trabajo.

En este sentido, tomando los primeros cinco meses de 2016, mientras las ventas externas en cantidades de productos primarios crecieron un 30,8% y las de manufacturas de origen agropecuario aumentaron un 27,0%; las exportaciones de manufactura de origen industrial en cantidades cayeron un -11,7%.

Este desempeño refleja el gran beneficio del macrismo al sector agropecuario concentrado de la Pampa Húmeda (producción y exportación de granos como soja, trigo, maíz) y un impacto negativo en el sector industrial a partir de la des-industrialización de la economía nacional, principalmente, del quiebre de una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas por el contexto de caída de las ventas dada la disminución del consumo interno, aumento de los costos (sobre todo por el tarifazo) y mayor apertura comercial.

Por el lado de las importaciones se observa un aumento considerable de las importaciones de bienes de consumo asociado a la apertura comercial que se traduce en la entrada de productos baratos del extranjero. De nuevo, tomando los primeros cinco meses de 2016, se observa un fuerte crecimiento de la importación de productos elaborados, tanto en el rubro bienes de consumo como vehículos automotores de pasajeros. Mientras que los primeros crecieron un 21,3%, los segundos se expandieron un 46,4%.

Sin embargo, las importaciones relacionadas con el aumento de la producción interna y las inversiones se mantuvieron prácticamente estancadas. Efectivamente, durante los primeros cinco meses del año las cantidades de importación de bienes de capital (ejemplo maquinas) creció solamente un 6,1% y la de los bienes intermedios (insumos para la producción nacional) un 4,6%.

La economía macrista de primarización de la producción (centrada en la producción de productos primarios en la Pampa Húmeda) y el proceso de depresión y des-industrialización de la economía nacional, se ve claramente reflejado en la composición de las importaciones: se reduce la compra de insumos y máquinas y, en contraposición, crece la importación de bienes terminados. En efecto, Gabriela Michetti (Vicepresidenta de la Nación) había afirmado: "vamos hacia un modelo agroexportador y de servicio, basta de industrias", tomando como ejemplo el modelo económico de la India.

Por último, la depreflación junto con la primarización de la economía -centrándose en la Pampa Húmeda y excluyendo a las economías regionales- y el boom importador, se traduce en un crecimiento constante de la desocupación.

Según los datos del CEPA, haciendo un relevamiento de los despidos y las suspensiones en base a datos provenientes de sindicatos y cámaras, a principio de mayo había 154.786 trabajadores despedidos y suspendidos desde el inicio del macrismo. Durante el mes de abril (después de que Macri firmara un documento para comprometerse a no despedir empleados y haber vetado la Ley Antidespidos), los desocupados y suspendidos aumentaron en 14.316, esto es, un 9,36%.

La mayor cantidad de despidos se encuentra en el sector privado. Al 30 de abril, mientras que en el sector publico la cantidad los trabajadores despedidos ascendían a 60.024 (38,78%), en el sector privado llegaba a 94.762 (61,22%). Sin embargo, la tendencia al desempleo en este último sector se profundiza con el correr del tiempo como resultado de los despidos masivos que provienen del Estado y los problemas económicos que generan el cierre de comercios e industrias, todo esto sumado a la caída de la construcción.
A su vez, dentro del ámbito privado, fue el sector industrial el que generó la mayor cantidad de despidos y suspensiones. Efectivamente, de los 14.316 despedidos en abril, aproximadamente 12.000 fueron en la industria. Esto demuestra la aceleración del quiebre de la pequeña y mediana empresa y el proceso de des-industrialización de la economía nacional.

Finalmente, cabe destacar que el desempleo no es un efecto no deseado de las políticas macristas sino un objetivo buscado. En efecto, el equipo económico de Mauricio Macri considera que los salarios argentinos son altos, con lo cual disciplinar el mercado laboral es la solución para lograr la reducción de las remuneraciones (la imagen de un cola de cuadra de gente buscando trabajo se transforma en la causa central para reducir los reclamos salariales). Ya lo había anticipado Alfonso Prat Gay: "a la hora de discutir salario, tengan en cuenta la pérdida de empleo".

En resumen, tanto el Presidente Macri como su equipo económico prometieron que la economía argentina y la situación social experimentarían una mejora durante el segundo semestre. Sin embargo, la situación no es auspiciosa: a la depreflación se le suma la primarización de las exportaciones y el boom de las importaciones de bienes de consumo, lo que se traduce en un aumento de la desocupación. El objetivo de la pobreza cero parece cada vez más lejos.

* Por Santiago Fraschina. EPPA



Bibliografia
http://eppa.com.ar/comienza-el-segundo-semestre-inicio-de-la-alegria-macrista/