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Desarrollo socioeconomico y Geopolitica del Desarrollo

| Artículos Periodísticos

Cemento, infraestructura y proyectos políticos (1980-2016)

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
AFCP, cemento, década del ochenta, división internacional del trabajo, fabricantes de cemento, infraestructura, inversiones, kirchnerismo, neoliberalismo, obra pública, plan de obra pública, planificación, semicolonia



16-11-2016 | ¿Casualidad que entre 2003 y 2015, las inversiones en obra pública hayan más que triplicado lo invertido en los 20 años anteriores? Fueron 107.825 millones de dólares -con sus más de 70.000 obras a lo largo y ancho del país-, contra 25.000 millones entre 1984 y 2002. ¿Casualidad? No, ninguna casualidad. Causalidad, más bien, esto es, la lógica relación entre una política nacional, popular y democrática (causa) y la evolución hacia un Estado Nación soberano, autosuficiente, moderno, genuinamente federal y socialmente justo (efecto). Para ilustrar las diferencias y en sintonía con el informe ya publicado por este Observatorio "Inversiones en infraestructura en contexto histórico (1984-2015)", se propone un análisis comparativo del despacho y consumo de "cemento" entre 1980 y 2016. Durante los últimos doce años, el mercado interno consumió un 73% más de cemento portland en comparación con la década del noventa (1990-2002), mientras que un 46% más si hemos de medir el consumo por habitante. ¿La cuestión de fondo detrás de semejantes diferencias? ¿A qué objetivos en materia de infraestructura debería apuntar el macrismo para que sus promesas no sean una mentira más?


La Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) y la "pesada herencia"
Para esta Asociación -cuyas empresas socias son Loma Negra, Holcim, Cementos Avellaneda y PCR-, "El cemento es el componente principal del hormigón y uno de los insumos básicos de la Industria de la Construcción. La sociedad moderna se ha desarrollado en base al uso creciente del hormigón, en sus diversas aplicaciones: viviendas, escuelas, edificios para oficinas, carreteras y autopistas, centrales hidroeléctricas, represas, plantas depuradoras, aeropuertos, mobiliario urbano y pavimentos urbanos, entre otros. Es un material que está íntimamente ligado a la infraestructura del país".

Nos explica luego que "En el año 2015, la Industria de la Construcción se desarrolló favorablemente. Distintos indicadores disponibles muestran que el ejercicio culminó en forma positiva… reflejando el acompañamiento del sector en la expansión de la Construcción, exponiendo… un crecimiento del 7% en su producción, respecto a su comparación con el año 2014. Los valores despachados durante dicho año batieron récord histórico superando las 12 millones de toneladas".

En el año del supuesto caos y la debacle, la recesión y el desempleo extremos, los valores despachados de cemento batieron récord histórico. No por nada la distribuidora Edenor en sus Memorias y Balances de 2015 (publicado en 2016), señala que el PBI creció un 2,1% entre enero y diciembre del citado año.

Evolución del despacho de cemento 1990-2015
En el gráfico de abajo, se aprecia la evolución del consumo de cemento por parte del mercado interno argentino para el período aludido.



Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, Anuarios (2001 a 2015).

Ahora bien, comparemos la etapa 1990-2002 con la comprendido entre 2003-2015. Para la primera, el consumo total de cemento portland por parte del mercado interno fue de 70,7 millones de toneladas; para la segunda, 122,5 millones, esto es, casi el doble. Asimismo y en el primer caso, el promedio de consumo anual fue de 5,6 millones de toneladas, mientras que para 2003-2015 fue de 9,4 millones, es decir y nuevamente, prácticamente el doble.

En suma, durante los últimos doce años en comparación con la década del noventa (1990-2002), el mercado interno consumió un 73% más de cemento portland.

A propósito, resulta a todas luces una mentira insostenible afirmar que la Argentina estuvo en recesión durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, tal y como dicta uno de los pilares de la zoncera de la "pesada herencia". Es interesante notar la relación significativa y directa entre períodos de recesión o desaceleración económica con una caída en el despacho de cemento dirigida hacia el mercado interno. Las caídas más drásticas (ver gráfico) se dieron en 1990, entre 1995 y 1996, y luego entre 2000 y 2002. En cuanto a las caídas de 2009, 2012 y 2014, debe tenerse en cuenta que el consumo de cemento prácticamente duplicaba al de los noventa.



Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, Anuarios (2001 a 2015).

Nótese también las diferencias entre las caídas (barras rojas). La caída del 2014 (-3,5%), la más reciente, fue casi nueve veces inferior a la de 2002 (-27%), registrando ese año la peor caída desde 1990, y la más baja de la serie histórica medida por la AFCP. Por su parte, la diferencia más floja en tiempos de kirchnerismo correspondió a 2012 (-8%), todavía muy inferior a los desplomes entre 2000 y 2002, así como entre 1995 y 1996.

Cambiemos
Del gráfico que sigue se observa el estrepitoso desplome en el despacho de cemento en lo que va de administración Cambiemos, con una proyección para 2016 -según la AFCP- que apenas se ubicaría por encima de lo despachado en 2012, el más bajo desde 2010. De confirmarse los números previstos por la AFCP, Mauricio Macri registrará en su primer año de gestión la peor caída interanual (-11,1%) desde 2002 (-26,2%), apenas inferior a la de 2001 (-12,4%)



Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, Anuarios (2001 a 2015) y Datos Provisorios a Octubre de 2016.

Al respecto nos preguntamos: ¿Cómo fue que supuestamente habiendo recibido una herencia similar, Néstor Kirchner pudo disparar desde su primer año de gobierno -e invariablemente hasta el final de su mandato- el despacho de cemento destinado al mercado interno? El desastre macrista no obedece a ninguna "pesada herencia" sino y como ya hemos afirmado en otras oportunidades, a una deliberada política de destrucción del mercado interno.

Un 46% más de consumo de cemento por habitante…
Por último, tenemos la comparación del consumo de cemento per cápita, lo cual permite corregir el despacho de acuerdo a cambios en la población. La diferencia ilustra aún más lo explicado arriba.



Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, Anuarios (2001 a 2015).

El promedio del consumo de cemento por habitante entre 2003 y 2015 fue de 236,7 kg/persona. El del período 1991-2002 fue de 165,8 kg/persona, mientras que el de 1980-1991 se ubicó en 176,4kg/persona. En otras palabras, durante los últimos 35 años el mayor consumo de este insumo básico, máximo indicador del nivel de obras de infraestructura realizadas se verificó entre los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

En tiempos de un proyecto político mercadointernista, industrialista y genuinamente federal el consumo de cemento medido por persona fue un 46% superior al proyecto político de los noventa y hasta 2002, es decir, el modelo agroexportador, de primarización económica y exclusión social y provincial (unitario), disminuido en cuanto a la superficie real del país.

Infraestructura y proyectos políticos antagónicos
El proyecto político entre la asunción de Néstor Kirchner y Cristina Fernández invirtió en obras de infraestructura el 81% del total invertido desde 1984. Por ejemplo, en el rubro "Viviendas y Edificios para otros destinos", en los últimos doce años se construyeron un 71% más de viviendas y edificios industriales, talleres, escuelas, hospitales, etc. que en relación a las administraciones menemistas, Alianza y Eduardo Duhalde sumadas. Igual para obras hídricas y de saneamiento, infraestructura de transporte, telecomunicaciones y gasoductos: entre 2003 y 2015 se construyeron un 56% más de este tipo de infraestructura que durante las administraciones entre 1993 y 2002 (ver bibliografía). ¿Por qué tamañas diferencias?

El granero del mundo como proyecto político para la Argentina (supuestamente ahora transitando su fase superior, el "supermercado del mundo") se restringe con suerte a un puñado de provincias pampeanas, a las que deberá agregárseles las petroleras de Vaca Muerta como consecuencia del nefasto acuerdo suscripto entre Cambiemos y los fondos buitre. Sin embargo, la atrofia territorial y social (para subsistir debe excluir como mínimo a tres cuartas partes de los 42 millones de habitantes) no exime a sus administradores de la necesidad de planificar y construir obra pública, aunque claro está, se tratará siempre de infraestructura erigida en un sentido de progreso contrario al del pueblo argentino y, por esto mismo, reducido en inversiones, obras, materiales e insumos, planificada en términos netamente extractivos y exportadores, geográficamente concentrada en la Pampa Húmeda.

La caída verificada en 2016 de todos los indicadores vinculados al sector de la construcción (ver bibliografía) no constituye otra cosa que el primer síntoma de dos invariables posiciones del neoliberalismo en el poder: 1) el mal que aqueja a la Argentina es la extensión; y 2) achicar el Estado es agrandar la Nación. La resultante de ambas: un Estado mínimo para una Argentina mínima, exportadora de materia prima e importadora de manufacturas.

Es que una semicolonia inserta en la división internacional del trabajo -más aún cuando en el actual contexto internacional las potencias incrementan sus políticas proteccionistas- no precisa de tantas provincias ni de un Estado grande, protagónico y poderoso. De esta (mala) suerte, tanto el Estado como la inmensa mayoría de las provincias y la población no son más que gastos superfluos e injustificados.

Y es por lo anteriormente expuesto que cuando realizamos estas comparaciones en infraestructura y consumo de cemento, no nos proponemos ilustrar una mera diferencia de cifras o volúmenes, sino fundamentalmente una diferencia de proyectos políticos antagónicos.

Conclusiones (sobre las aspiraciones del "supermercado del mundo")
Lo "invertido" en infraestructura por el neoliberalismo a lo largo la historia reciente como desde diciembre de 2015 a esta parte está acorde, por un lado, con la semicolonia a la que reducen el país: su superficie activa es aproximadamente la de España o Alemania, limitada a la ubérrima pampa y con el 99% de la población expulsada y excluida. La infraestructura, restringida pues a dicha extensión, se destinará exclusivamente a la explotación de las riquezas y recursos para usufructo de las élites locales y sus socios extranjeros. Desde 1811 ha sido siempre así. Y si por casualidad una población se ve beneficiada, será de puro milagro. Ahí sí que será "magia".

¿Alguien puede creer realmente que el plan de infraestructura macrista -el del supermercado del mundo- llegará a ser el más importante de la historia? Será todo un récord si logra superar las 70 millones de toneladas de cemento despachado para el mercado interno como sucedió entre 1990-2002, aunque dudamos supere los 176 kg/persona registrado en la década del ochenta.



Bibliografia
Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, Anuarios
http://www.afcp.org.ar/index.php?IDM=17&mpal=3&alias=Anuarios

OETEC (14/11/2016) ¿Empezaron las obras? Según el INDEC, a 9 meses de macrismo caen todos los indicadores de la construcción
http://www.oetec.org/nota.php?id=2188&area=14

OETEC (03/11/2016) Inversiones en infraestructura en contexto histórico (1984-2015)
http://www.oetec.org/nota.php?id=2163&area=14

OETEC (03/112016) El 80% de lo invertido en obra pública durante los últimos 32 años se realizó entre 2003 y 2015
http://www.oetec.org/nota.php?id=2167&area=1