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Anuncios de nuevas subas de tarifas de gas

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
Aranguren, audiencia pública, EE.UU., gas natural, GNL, Grupo Shell, IESO, Instituto de Energía, Ley 24.076, mercados, Scalabrini Ortiz, shale, tarifas, Vaca Muerta, YPF



28-01-2017 | [Instituto de Energía Scalabrini Ortiz para OETEC] Nuevamente el Ing. Aranguren anunció nuevas subas de tarifas de gas para abril sin convocar a una debida audiencia pública como corresponde de acuerdo a la legislación vigente, ley 24.076 y la jurisprudencia que surge del fallo de la Suprema Corte de Justicia de agosto pasado que indica la obligatoriedad legal previo a cada aumento de gas boca de pozo, transporte y distribución se trate en respectivas audiencias públicas.


Aranguren explicita que las próximas subas ya estaban planteadas en la audiencia pública del 19 de septiembre. Asumir esto implica que las condiciones de importación y de producción nacional no cambiaron, cosa que no es cierta. Las referencias de subsidios que se tomaron para las tarifas corresponde al año 2015. En el año 2016 se produjeron cambios notables en el proceso de suministro de gas. Hubo menor consumo, menor importación con precios más bajos y una mayor producción local. Todos estos cambios en la matriz productiva e importadora deben ser informados y tratados debidamente en una audiencia pública.

El poder Ejecutivo aún tiene la asignatura pendiente de informar debidamente los costos de la producción antiguos y nuevos pues cada año se ajustan las condiciones de los suministros, las innovaciones tecnológicas y facilidades de infraestructuras. Por otro lado, el ministro Aranguren sigue insistiendo que la producción de gas natural que estaba prevista en la ley 24.076 como de libre concurrencia de la oferta y la demanda, a pesar de que el PEN regula el mismo con precios impuestos, simula que ese mercado existe. En realidad, el precio del gas boca de pozo siempre surgió de resoluciones del PEN, desde la época de Gas del Estado pasando por la era de la privatización en 1992 con el Ing. Estenssoro y en el 2016 con el Ing. Aranguren.

Basándose en lo anterior, afirma que se determinaron los precios pero que en el futuro va a ser el mercado el que lo hará. Se simula no solo el presente sino también el futuro con una visión con certezas que la realidad del mundo sistemáticamente tira abajo. Alegremente, indica que el mercado actúa con señales de precios. El mercado desregulado no existe, pero se simula con maquillaje para mostrar que con ello se tiene accesos ilimitados al capital inversor (sin éxito por ahora). Al no aparecer la lluvia de inversiones se manipula que se va a producir una expansión automática de la producción del consumo, etc.

Se anuncian inversiones de 5.000 millones de dólares en Vaca Muerta, como si ello fuera una mágica resolución de todos los problemas que implican una explotación compleja como el shale gas. YPF, ya en su plan quinquenal 2013-2017 indicaba el desarrollo de 300 pozos en el 2017, por 3.000 millones de U$. Los otros 2.000 millones se reparten entre una decena de posibles empresas que no aseguran mucha revolución productiva dado que las cifras necesarias para ello son muy superiores. El gobierno anuncia inversiones que son como supuestas "pociones mágicas" que van a resolver todo. Es increíble en temas tan complejos como el shale gas donde intervienen cantidad de temas se trate con fantasías.

Los servicios de energía en general y de gas en particular deben ser previsibles, confiables y económicos para que se estructure una visión integradora y no parcial de cada sector. También del Estado y un adecuado ente de control de la producción del gas o un ente nacional de hidrocarburos deben preservar como mínimo la disponibilidad con un adecuado manejo de las reservas y el control de la exportación del bien.

Al contrario de esta premisa, los planes estratégicos de Shell-British Gas siguen su marcha: provisión desde EE.UU. de Turbinas General Electric ciclo abierto y ciclo combinado; provisión de GNL por barcos de la Shell y la Argentina entrampada en las dentaduras de las grandes corporaciones.

EE.UU. que iba a ser el gran comprador de barcos con GNL proviniendo de países del tercer mundo hoy terminó abasteciéndose de gas natural en forma local vía su fenomenal producción de shale gas. Se revierte el suministro de los barcos de GNL hacia países como Brasil y la Argentina que poseen gas en la región pero que sin embargo no se resuelve su provisión de fuentes internas de la región con los gasoductos troncales de Sudamérica. En la Argentina, los grandes "players" de energía siguen proponiéndose ampliar terminales de GNL. Pareciera que la provisión de gas de Vaca Muerta va a quedar como gran reserva para otra oportunidad.