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Energia

| Entrevistas Observatorio

"Las políticas energéticas de la Argentina parecen ser las adecuadas"

Autor | Jorge Zafrilla


Entrevistador
Federico Bernal


Palabras Claves
crisis energética, España, hidrocarburos, lobbies, lobby, matriz, mercados, políticas energéticas, precios de la energía, Unión Europea



27-02-2014 | Doctor en Economía Internacional y Relaciones Laborales por la Universidad de Castilla-La Mancha (2013). Es Profesor Ayudante Doctor (acreditado como Profesor Contratado Doctor) en el Departamento de Análisis Económico y Finanzas de la Universidad de Castilla-La Mancha, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Albacete. Entre sus áreas de análisis económico destacan: Economía del Medio Ambiente. Su tesis doctoral: "Industrias responsables del cumplimiento del Protocolo de Kioto en España. Modelo input-output post-Keynesiano de previsión de la demanda de energía y emisiones de CO2" ha sido galardonada con el premio a mejor Joven Investigador de la Cátedra ELCOGAS-UCLM, diciembre de 2013. Su opinión sobre nuestro país resulta a todas luces interesante: "La Argentina no se enfrenta a un gran riesgo de crisis energética, principalmente debido a su baja dependencia de fuentes de energía internacionales. Por otra parte, las inversiones en el pasado cercano y la baja dependencia de los combustibles fósiles en la mezcla de electricidad, hace que la Argentina sea un país fuerte en caso de tener que enfrentar alzas de precios de la energía. Las políticas energéticas también parecen ser las adecuadas, con el fin de suministrar la energía que necesita para atender el proceso de crecimiento económico del país en los últimos años".



1) ¿Qué es una crisis energética?
Normalmente un país sufre una "crisis energética" cuando el aumento del precio de la energía excede los límites del sentido común, o cuando el acceso a las fuentes de energía primaria está restringido debido a conflictos geopolíticos o a la escasez de suministro.

2) ¿Por qué cree Ud. que se puede producir un aumento descontrolado del precio de la energía?
El aumento incontrolado del precio de la energía (y el acceso limitado a las fuentes energéticas) se presentan en países o economías con algunas características típicas y compartidas:
- Estructura económica con una alta dependencia respecto de la combustión de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).
- Alta subordinación a la volatilidad de los precios internacionales de la energía
- Debilidad para controlar las crisis cambiarias
- Barreras insuficientes contra la inflación en el país.
- Ausencia de protección de la energía y los recursos naturales domésticos.
- Existencia de estructuras de mercado oligopólicas en la industria energética.
- Regulación orientada y guiada por grupos de presión ("lobbies") energéticos.
- Ausencia de políticas energéticas adecuadas de mediano y largo plazo.
- Escasa garantía de cobertura legal para los inversionistas y los consumidores.

La excesiva dependencia con respecto al consumo de combustibles fósiles y la ausencia de fuentes nacionales de energía ponen al país en una posición débil frente al alza de los precios internacionales. Si el país carece de un control adecuado sobre las políticas cambiarias, los procesos inflacionarios derivados del alza del precio de la energía podrían reducir notablemente la competitividad del país, poniéndolo en situación de riesgo de recesión económica. Por otra parte, la existencia de una regulación inadecuada que promueva la reconversión de la matriz energética hacia una mezcla más autosuficiente, que garantice el retorno a los inversores y a los consumidores, podría aumentar el riesgo de sufrir una crisis energética y una crisis económica posterior.

3) ¿Existe algún criterio general o alguna norma internacional confiable que permita asumir que un país sufre una crisis energética?
Los años anteriores a la crisis económica y financiera de 2008, fueron un escenario apropiado para adentrarse en la crisis energética en el tipo de país cuyas características concuerdan con las enumeradas en la respuesta anterior. El crecimiento económico mundial que mostraron los países más desarrollados desde 2003 hasta 2008 y la explosión de crecimiento económico de países emergentes, como China o India, empujó hacia arriba el precio del petróleo crudo y del gas. El precio del petróleo crudo se cuadruplicó en solo cinco años. Un país sin protección y barreras adecuadas respecto del tipo de cambio y de la inflación, podría verse sumergido en una crisis energética después de esa extraordinaria alza de los precios que disminuye su competitividad y aumenta el riesgo de recesión.

4) Entonces, ¿en qué escenario económico e industrial podemos suponer que un país sufre una crisis energética?
El caso descrito anteriormente no ha sido el de la mayoría de las economías desarrolladas, incluso las economías europeas del sur como España, Portugal o Italia, ahora inmersas en una profunda recesión. La recesión de 2008 no fue provocada por una crisis energética. La crisis financiera de Estados Unidos y la crisis financiera relacionada a ella en todo el mundo, que comprende la explosión de algunas burbujas inmobiliarias, como en España, fueron los verdaderos desencadenantes de la crisis.
El alza extraordinaria del precio de la energía no tuvo efecto sobre la competitividad de la Unión Europea debido al paraguas protector que le brinda la unión monetaria en términos de tasas de cambio (la fuerza del Euro) y la meta generalmente aceptada del control de las tasas de inflación dentro de la Unión Europea (2%), que genera la posibilidad de no entrar en una espiral inflacionaria. Por otra parte, las políticas energéticas y ambientales implementadas en Europa desde finales de los años noventa fueron guiadas por la reconversión de la mezcla de energía en la mayoría de los países. El surgimiento de alternativas energéticas provenientes de las energías renovables en los sectores de la electricidad redujo los efectos del aumento de precios del petróleo crudo y del gas, antes de la crisis de 2008.

5) ¿España en crisis energética?
Podríamos decir que España vivió en una constante crisis energética mientras su estructura económica estaba basada en el uso masivo de combustibles fósiles importados. Durante los años ochenta y noventa, la ausencia de fuentes nacionales de energía puso a España en una posición débil en términos de competitividad, al tiempo que realizaba una reconversión económica e industrial gradual y difícil, pero necesaria para su entrada en la UE. Sin embargo, una vez que España se convirtió en miembro de la unión monetaria, la estabilidad macroeconómica en términos de metas de inflación y de déficit público ha ayudado a España a controlar el aumento del precio internacional de la energía. Además, la reconversión observada en el sector eléctrico desde el año 2005 con el auge de las energías renovables, y el proceso de gasificación observado en la economía (vinculado en parte a la burbuja inmobiliaria) redujo la dependencia respecto del petróleo crudo y protegió a España contra la volatilidad de los precios.
Sin embargo, la crisis económica y financiera de 2008 ha mostrado la debilidad de la reconversión energética y regulatoria implementada en España desde finales de los noventa. Fueron regulaciones basadas en la idea de una creciente demanda de energía en un contexto de liberalización del sector, que actualmente están mostrando algunas lagunas legales. La decreciente demanda de energía junto a un exceso de capacidad instalada está generando un funcionamiento no optimizado del sistema eléctrico, con un déficit tarifario creciente que ascendía a un acumulado de 26 millones de Euros a finales de 2012. El final de las nuevas inversiones en tecnologías de energía renovable, los cambios inesperados en la regulación de las primas renovables, los compromisos ambientales firmados en el marco de los planes de acción ambiental de la UE, el nuevo aumento del precio del petróleo crudo y las dificultades relacionadas con la crisis económica, pusieron a España en una situación de riesgo de crisis energética en el futuro cercano. Las políticas energéticas deben ser bien dirigidas y explicadas claramente a fin de recuperar la confianza de los inversionistas y de la UE en los próximos años.

6) Su opinión del sector energético argentino... ¿Padece la Argentina una crisis energética?
De acuerdo con mis opiniones anteriores y según las cifras que han sido presentadas, la Argentina no se enfrenta a un gran riesgo de crisis energética, principalmente debido a su baja dependencia de fuentes de energía internacionales. Por otra parte, las inversiones en el pasado cercano y la baja dependencia de los combustibles fósiles en la mezcla de electricidad, hace que la Argentina sea un país fuerte en caso de tener que enfrentar alzas de precios de la energía. Las políticas energéticas también parecen ser las adecuadas, con el fin de suministrar la energía que necesita para atender el proceso de crecimiento económico del país en los últimos años.

Sin embargo, se debe realizar un análisis más profundo de las cifras de energía para poder predecir el futuro energético de la Argentina. Se requiere un sistema regulatorio bien diseñado y controlado que permita garantizar la confianza de los nuevos inversores. En este sentido, sería deseable un mayor grado de competitividad del sistema que sirva para asegurar o que tienda hacia el máximo bienestar de los consumidores.