Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía.

Lógicamente, la instauración del período de asilamiento social con fines sanitarios trajo aparejada una caída en la actividad industrial y comercial que repercutió negativamente en los niveles de demanda eléctrica.

Como se observa en el gráfico de la introducción, en el caso de los grandes usuarios mayores (GUMA + ALUAR), el consumo de electricidad cayó abruptamente desde el momento en que entró en plena vigencia la cuarentena, esto es, a partir de la cuarta semana de marzo.

El dato es una disminución en la demanda del orden del -26,7% para la cuarta semana del citado mes en relación a los niveles registrados para la tercera semana, la cual también había cerrado a la baja (-0,3%) respecto a la segunda semana de marzo.

Midiendo el consumo en cantidades encontramos que en la segunda semana de marzo, la demanda promedio era de 2.119 (MWh). Este valor, por su parte, fue superior al promedio mensual del mismo mes pero del año 2019 (2.112 MWh) (línea naranja). Sin embargo, un mes más tarde (segunda semana de abril), observamos una caída del consumo promedio del -36,2% (1.351 MWh).

Cabe destacar que durante la tercera y cuarta semana de abril la tendencia negativa comenzó a revertirse, obteniendo un crecimiento en la demanda de electricidad del 17,8% y el 3,6%, respectivamente, al compararlo con la semana previa. No obstante, dicha tendencia alcista no pudo sostenerse y la última semana de abril cerró un - 1,6% abajo.

Pese a ello, se espera que las próximas semanas, la reapertura progresiva de las grandes industrias, bajo estrictos protocolos sanitarios y de seguridad, conlleve una mejora en los niveles de consumo eléctrico para grandes usuarios.