Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA.

Tal como se observa en el gráfico precedente, en el acumulado a mayo de 2017, la demanda industrial nacional de electricidad presentó una reducción del -1,1% en relación a igual periodo del año anterior.

Dicha demanda logró recuperarse en 2018 mostrando un aumento del 3,0% en comparación a los primeros cinco meses de 2017. Pero para 2019 -último año de gestión macrista-, el consumo eléctrico industrial volvió a caer y lo hizo un -7,9% respecto a los valores alcanzados en 2018.

Lamentablemente, a pesar de las políticas económicas contracíclicas y promotoras del consumo, la tendencia a la baja se mantuvo durante los primeros meses del gobierno de Alberto Fernández.

Lo anterior responde, principalmente, a la incidencia de dos grandes factores. El primero de ellos, la herencia macrista en términos de destrucción industrial. El segundo, una lógica desaceleración de la actividad económica producto de la entrada en vigencia del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el marco de la pandemia por Covid-19.

Así las cosas, el consumo de electricidad de las fábricas nacionales cayó en el acumulado a mayo de 2020 un -11,8% respecto a los primeros 5 meses del año anterior, cerrando en los 13.340.021 MWh contra los 15.122.419 MWh de 2019.