Fuente: OETEC en base a CAMMESA.

Como hemos advertido en informes anteriores (ver bibliografía), al ritmo de la brutal recesión económica, la hiperinflación y el ahondamiento de la destrucción del aparato productivo e industrial, el consumo de electricidad terminó en 2019 cayendo un 3,1% interanual.

Se trató, en efecto, de la peor caída desde 2013, como mínimo. El sector residencial se contrajo 2,8%, el comercial -3,1% e industrial y de grandes comercios -3,5%. El retroceso fue tan marcado, que la Argentina terminó consumiendo en 2019 un 2,4% menos de electricidad que en 2015.


Fuente: OETEC en base a CAMMESA.

Estos números demuestran, nada más y nada menos, que el impacto del desastre económico y tarifario provocado por la administración neoliberal. Un durísimo golpe a la totalidad de los sectores de la economía.

Al poner la lupa sobre los usuarios residenciales encontramos que los mismos demandaron en 2019 un 0,2% menos de electricidad que en 2015 a pesar que, según los datos de ADEERA, la cantidad de usuarios a nivel nacional habría crecido 7,7% en ese lapso. Respecto a 2018, como dijimos, la caída fue de -2,8%.


Fuente: OETEC en base a CAMMESA.

En relación a las industrias, su consumo eléctrico se hundió en 2019 más allá de 2013. Sumando este sector al de grandes comercios, los datos demuestran que en el último año de Mauricio Macri el desplome fue de casi 8 puntos porcentuales (7,9%) en comparación a 2015, llegando a un nivel de demanda semejante al de 2010 y 2005.


Fuente: OETEC en base a CAMMESA.

Lógicamente, estas importantes bajas en materia de consumo de energía eléctrica estuvieron de la mano de menores niveles de generación. De hecho, en 2019, la misma cayó un -4,5% interanual, con retrocesos muy significativos en las dos principales fuentes: hidráulica (-11,5%) y térmica (-8,7%).

A su vez, cuando se relaciona la generación del citado año con la de 2015, las retracciones son de -2,9% para el total de generación, -11,2% para la hidráulica y -7,2% para la generación térmica. Respecto a 2018, el declino completo fue del -4,5%.


Fuente: OETEC en base a CAMMESA.

En suma, la Argentina de Mauricio Macri terminó el 2019 generando menos de electricidad que en 2015, sin poder acrecentar ni medio punto el consumo eléctrico de los hogares (pese a un aumento en la cantidad de usuarios) y con un aparato productivo e industrial demandando energía a niveles de 2010 y 2005 (-8% que en 2015).

Para finalizar cabe destacar que la tendencia negativa en materia de generación logró revertirse con la llegada de Alberto Fernández al igual que el consumo eléctrico residencial. Sin ir más lejos, CAMMESA informó que al cabo de once meses, el país genera un 1,4% más de electricidad que en 2019 mientras la demanda de los hogares creció interanualmente un 8,2% (lo veremos con más detalle en un próximo informe).


Fuente: Elaboración propia en base a CAMMESA.

Todo esto, como se sabe, en el marco de esta inédita y trágica Pandemia. Lógico que aún quedan por reconstruir los niveles demandados por la industria y los comercios locales, coyunturalmente golpeados por el Covid-19 pero estructuralmente por cuatro años de un neoliberalismo devastador.

Dicha recuperación es, efectivamente, uno de los objetivos primordiales del Gobierno Nacional, desde que la pujanza de cualquier Nación se encuentra en el buen funcionamiento de todos sus sectores económicos, principalmente de aquellos que más trabajo y producción generan.

Por eso mismo, el fin de la estafa tarifaria macrista, la extensión del congelamiento y la renegociación tarifaria integral (Decreto 1020/2020) giran en torno a aquel necesario horizonte. En otras palabras, en pos de la impostergable reconstrucción energética nacional que pondrá nuevamente de pie a la Argentina.