Fuente: Página/12 (25 de enero de 2020).

Los últimos días de calor intenso y lluvias, dejaron nuevamente al descubierto las serias fallas en el suministro eléctrico brindado por Edesur. Fallas que no son nuevas, claro está, y que no responden a la cuestión climática sino a la severa falta de inversiones por parte de la empresa.

Para conocer más acerca de las causas que motivaron el corte, dialogamos con el Ing. Ariel Báez, integrante de la Federación de Trabajadores de la Energía, Industria, Servicios y Afines (FeTIA) quien explicó que "el consumo nacional de energía eléctrica no aumento en 2020. Porque sigue planchado producto de la caída en el consumo industrial y de grandes comercios en el marco de la pandemia".

Por ello, opinó: "los cortes se suceden ante la falta de mantenimiento y de inversión por parte de la empresa, combinada con una ola de calor de cuatro días. Cuando el servicio que se presta es pésimo -a pesar de un tarifazo que duró cuatro años-, estos son los resultados".

En tiempos de Cristina Fernández, añadió el entrevistado, "el Estado se puso al hombro la inversión que deberían haber hecho las empresas privadas. Ejemplo de ello, la creación del FOCEDE yel Plan "Más Cerca" eléctrico del ex ministerio de Planificación Federal".

"Eso generó un colchón técnico para evitar cortes y poder transferir y operar las redes eléctricas con mayor holgura. Si algún cable fallaba, el suministro se trasfería y el cliente no veía el corte", ahondó el especialista.


Fuente: OETEC en base a los datos suministrados por Edesur en sus balances anuales. En "Memoria y Balance" correspondiente al año 2014 Edesur afirma que, en materia de inversiones, "Durante este ejercicio se ha intensificado la puesta en marcha de proyectos de infraestructura eléctrica en su mayoría financiados por el Estado Nacional mediante el "Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica (FOCEDE)", lo que ha llevado a la Compañía a la mayor inversión de los últimos tiempos en el área" (Pág. 17).

Pero llegaron las RTI de Mauricio Macri y el nivel de inversión se detuvo. "En 2016 se terminaron las pocas obras que quedaban pendientes del 2015. Pero al caer nuevamente en el devenir privado, las inversiones se retrajeron y también el poder adquisitivo de los trabajadores/as. No así, por supuesto, la facturación de las empresas y el peso de las tarifas sobre los salarios", opinó Báez.

Respecto a las obras comprometidas por la empresa pero aún faltantes, el integrante de FeTIA advirtió que "quedan muchas obras por realizar. Incluso, por decisión del Partido Judicial, se arrumbaron obras del "Más Cerca". Baéz cataloga como "la más emblemática" a la subestación San Vicente, prometida por intendentes y comprometida por la empresa distribuidora, pero todavía sin fecha.

"Otra es la Subestación del aeropuerto de Ezeiza, el cual prácticamente está tomando la energía de Echeverría", agrega el ingeniero al tiempo que recuerda que la falta de obras fue denunciada por los Intendentes del Conurbano bonaerense.

De este reclamo "nació un Acuerdo Macro entre el Gobierno Nacional y las empresas, donde el primero le transfiere a la provincia de Buenos Aires fondos para pagar una deuda con las segundas por el consumo eléctrico en barrios populares, que usan medidores comunitarios", explica Báez (ver imagen).


Fuente: Energía & Negocios (29 de diciembre de 2020).

El convenio suscrito entre la Secretaría de Energía y el ENRE con Edenor y Edesur a fines de diciembre del 2020 se llamó "Acuerdo para el Desarrollo del Plan de Trabajo Preventivo y Correctivo de la Red de Distribución Eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires" y condicionó a las distribuidoras a invertir el monto de la deuda cancelada por consumos de medidores comunitarios para mejorar la calidad del servicio eléctrico en 32 municipios de la Provincia de Buenos Aires y 12 comunas de la Ciudad de Buenos Aires.

Pero lejos de ser voluntad de las empresas, se trata de "otro rescate del Estado" afirma el entrevistado y aclara que Edesur debe "realizar por sí misma obras de mayor envergadura, no sólo para estabilizar las redes y tener una reserva operativa sino para encarar la expansión que la demanda tendrá en los próximos años".

En consecuencia, Baéz señala que "la empresa cuenta con infraestructura obsoleta que no se renueva, pero tampoco se mantiene. Hay líneas que están en servicio hace más de 30 años y se encuentran al límite. Son las que más afectan al primer cordón del Conurbano y la Capital Federal".

En días calurosos como los que se registraron en el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires, los cables por los que circulan altas corrientes no llegan a enfriarse. Y lo mismo ocurre con los transformadores. Se suma a ello la inestabilidad climática en materia de lluvia y vientos.

"La falta de mantenimiento hace que en cualquier tormenta las instalaciones descarguen sobre las ramas de los árboles produciendo la salida de servicio de los alimentadores. Otras veces, los postes, que ya están podridos desde hace años, se caen en las veradas o en el medio de las calles. Un verdadero peligro", apunta el miembro de FeTIA.


Fuente: El Cronista (10 de diciembre de 2020).

Pero a pesar del desastroso panorama, Báez rescata las tareas llevadas adelante por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). "La Intervención viene haciendo un excelente trabajo diagnosticando la situación y multando por los incumplimientos a las empresas" pero insiste con "mayores controles en la mantención y la renovación de las redes".

Finalmente, concluye con atino: "Entendemos que la energía es un derecho humano y el motor del desarrollo de las sociedades. Es hora que Edesur lo comprenda y se comprometa a brindar un servicio de calidad. El crecimiento de la industria y el bienestar de los argentinos es lo que está en juego".

Conclusión
Desde este Observatorio coincidimos plenamente con Báez. Descontando las inversiones que no se hicieron en tiempos donde la empresa registró ingresos exorbitantes, ni siquiera existe un mínimo mantenimiento de las líneas. Esta inoperancia, no sólo viola el marco regulatorio eléctrico, sino que pone en serio riesgo la prestación de un servicio público de carácter esencial.

Ni qué decir respecto a los reiterados cortes que afectan a los usuarios electrodependientes, denunciados la semana pasada por la AAdED, y que amenazan directamente su estado de salud en un contexto trágico desde lo sanitario.

Por eso insistimos en llamar a las cosas por su nombre. No es la lluvia, el viento o el calor. Son los cables y transformadores recalentados, los árboles crecidos; los postes de luz podridos; las líneas en mal estado y con más de 30 años de servicio algunas de las causas reales del problema.

En fin, la inexistencia de inversiones acordes por parte de una empresa que no pierde oportunidad de quejarse del congelamiento tarifario en plena pandemia pero que entre 2013 y 2015 (sin tarifazo) reconoció haber efectuado la inversión más importante de su historia a instancias del FOCEDE.


Fuente: Estado de Resultados Integrales Condensados para el año 2019, Edesur S.A. Subrayados son nuestros. La estimación en dólares corresponde al promedio del precio que expresaron los bancos según BCRA para la moneda extranjera.

Pues bien, luego de cuatro años de recibir una enorme transferencia de ingresos… ¿Tan poca "espalda" tiene Edesur -propiedad de ENEL y cuyo accionista minoritario es"Niky" Caputo- como para no cambiar un poste de luz o podar un árbol? ¿Y los 12.600 millones de pesos (180 millones de dólares) que informó como ganancias integrales tan sólo en 2019? ¿Y las de los años previos?

Realmente, una vergüenza.