Imagen: Pedro Sánchez, presidente de España.

Con una actitud inusitada para España, el pedido de Sánchez se hizo desde Eslovenia. Luego de lo cual, la vicepresidenta Ribera estando en Luxemburgo, se sumó con igual carácter a esta presión que encuentra entre sus pares una aceptación alentadora. También los eurodiputados del PSOE lo llevan a la mesa de las discusiones políticas, junto a los legisladores de Podemos y de la Izquierda Unida, durante la última reunión acaecida en Estrasburgo, en la sesión plenaria de la Eurocámara.

El Gobierno de España, acompañado por el de Francia, Rumania, Grecia y República Checa, insistieron en la necesidad de medidas más agresivas con una estrategia a largo plazo en la UE para la compra y el almacenamiento en forma conjunta de gas. Este planteo busca terminar con las incertidumbres y lo que interpretan como "volatilidad geopolítcia" para crear un marco regulatorio del mercado mayorista. Sin embargo, esto no fue bien recibido en las últimas reuniones de Bruselas, tampoco de otras capitales del Viejo Continente.

"El Gobierno ha planteado estas semanas, ante la escalada del precio mayorista y al alza del precio del gas, una serie de medidas bajo un mismo sentido: es un tema europeo porque afecta a todos los países. A algunos con más incidencia, como la península ibérica porque somos una isla energética, pero si todos somos vulnerables lo que es evidente es que además de las medidas del Gobierno para amortiguar toda el alza tenemos que dar una solución, una respuesta europea que permita consolidar la recuperación tras 20 meses de pandemia. Tenemos que consolidar también el ritmo de descarbonización para que Europa siga siendo mundial en transición ecológica y consolidar el apoyo social de todos los colectivos a la lucha contra el cambio climático", ha dicho Sánchez .

Las limitaciones de los gobiernos son grandes puesto que las naciones sólo tienen un margen de acción muy limitado por la legislación vigente. Sus ámbitos para algunos cambios están circunscriptos al mercado minorista, con injerencia a las conexiones de la red al interior de los hogares, sin tener modo alguno de continuar presionando en las bocas de producción. Madrid y París, se impacientan y consideran que ahora es el momento adecuado para ampliar el territorio en materia energética, dejando en claro que prefieren "actuar y no sobreactuar", tal como lo dijo el comisario de Economía de la Unión Europea, Paolo Gentiloni.

"No hay reticencia entre los socios, cada vez hay un convencimiento en la mesa del Consejo Europeo y de la comisión de la respuesta es europea y que no vale con el business as usual´. El alza es tan inédita que requiere propuestas innovadoras, contundentes, audaces, las que hemos puesto encima de la mesa, susceptibles de ser debatidas", aseguró el presidente español en su estada oficial en las afueras de Eslovenia.

Los diarios españoles, insisten en que tanto Sánchez como sus más cercanos funcionarios de Gobierno, están convencidos que "no todos los países tienen la misma urgencia a pesar de que los precios de la luz se han disparado en todo el continente, y que en buena parte de la UE hay más preocupación por no comprometer la transición verde y la lucha contra el cambio climático que por bajar la factura de la luz".

"Las propuestas de España han sentado bien, han abierto un debate, han creado conciencia. Va a haber distintos pasos en las próximas semanas. El día 11 se reunirán los ministros de Energía, posteriormente conoceremos el menú de propuestas de la Comisión y el 21 y 22 de octubre habrá un debate en profundidad en el Consejo Europeo sobre qué medidas vamos a poner en marcha", remarcó el primer mandatario español.

Aún considerando lo planteado por el Gobierno español, se tiene por sabido que no llegarían las victorias esperadas, puesto que en el concierto de las naciones de la UE, no hay un interés movilizador por transformar uno de los aspectos más sensibles en las políticas de consumo energético que tienen desde la creación de la Unión. Les ha llevado poco más de dos décadas llegar a los acuerdos existentes para forjar un solo mercado energético.

Así es que la Comisión Económica se propone ofrecer otra clase de posibles salidas a la crisis y el tarifazo eléctiro. En tanto, Alemania, con un escenario político sin Merkel, un Gobierno todavía amorfo y con los "verdes" como actores imprescindibles para toda posible coalición es muy improbable que ceda. En este juego de tires y aflojes también se debe reconocer que falta por ver lo que suceda con los mercados y la capacidad de las demás naciones ante la presión del lobby político. Un dato crucial se remite a los niveles de inflación -evidente o no- que en la etapa final de este período incline las respectivas balanzas de los países.

Durante esta semana se presentó una suba del 60% en la tarifa del gas en Holanda y el Reino Unido, un descontrol inimaginable para la previsibilidad habitual en estos lados del planeta. GAZPROM, a través del consejero delegado desde Rusia vaticina un duro invierno. La potencia gasífera estableció un mayor precio y una restricción en el volumen que envían desde allí al resto del continente.

Por su parte, la Comisaria Europea de Energía, Kadri Simson, en declaraciones al Parlamento Europeo reconoció que su planteo respecto de este tema no es ir a modificar el mercado. Pero dejó en claro que coincide con que la UE debe reaccionar de manera rápida y coordinada. Simson, además recordó que hay medidas vigentes de las que ya disponen los Estados miembros para ayudar a las familias más vulnerables y a las empresas.

Estiman que para diciembre, la Comisión Europea será quien proponga la reforma del mercado del gas a los fines de fortalecerlo ante las inminentes subidas de precios.
No descartan para esto, lo sugerido por España en lo referido a la compra y almacenaje. Sin embargo, desde Bruselas estiman que posterior al primer trimestre de 2022, los precios se asentarán en niveles más asumibles.

España descarta tomar medidas extremas para las costumbres de la UE de forma unilateral, al contrario de lo asumido por Francia, ya que Sánchez, sostuvo que "hay que ir paso a paso". Aunque, de igual modo, consideran poder utilizar "el mecanismo de la cooperación reforzada, un instrumento de la UE que permite acciones entre socios cuando haya al menos nueve dispuestos a ir adelante cuando el resto son reacios. Y que los interesados hagan la compra conjunta", publican los medios ibéricos.