"En esa semicolonia, decenas de millones de compatriotas vivían expulsados del sistema", agregó Bernal. "¿Cómo se traduce ideológicamente la republiqueta anhelada por la Sociedad Rural? Como la Argentina granero del mundo, donde las zonceras madres como "achicar al Estado es agrandar la nación" y "el mal que aqueja a la Argentina es la extensión" eran política de Estado. Así fue que estuvimos a punto de quedarnos sin Argentina y sin Estado. ¿Recuerdan las provincias inviables, las provincias postergadas? No vi un solo corte de rutas patronal pidiendo revertir aquel genocidio".

A propósito de las manifestaciones energéticas del presidente de la SRA, Bernal señaló "¡cuánta razón tiene el Ministro Julio De Vido cuando se refiere al autoabastecimiento trucho alcanzado en los noventa, y que Etchevehere añora! ¿Autoabastecimiento cuando no había industrias, cuando el mercado interno era inexistente, cuando la mitad de los argentinos vivía en la pobreza, cuando las provincias eran inviables y no les llegaba ni en centavo en obras de ninguna naturaleza? El razonamiento del ministro ha impulsado a este Observatorio a trabajar en la redefinición del concepto de autoabastecimiento, en función de una nación normal, que aspira ser otra cosa que proveedor de proteínas y granos".

Finalmente, Bernal invitó a la sociedad argentina a "dar un debate en relación a tan anacrónico y reaccionario resabio de una Argentina para un puñado de miles y en detrimento de decenas de millones, es decir, la Sociedad Rural. Esta entidad ha estado siempre a favor de los golpes de Estado y de los genocidios sociales y económicos contra nuestro pueblo. Cabría preguntarse, por qué países como Canadá o Australia, de idéntica raíz colonial que la Argentina, que se han insertado en la economía mundial de igual forma que nosotros, por qué ellos no tienen sociedades rurales -o si las tienen, por qué no tienen el poder de lobby que la nuestra-. Esto también debe ser debatido por el pueblo argentino. ¿Por qué la SRA sigue actuando como partido político neoliberal por excelencia, al que vuelan como mosquitas a la luz, enceguecidas, los referentes políticos de fuerzas partidarias igualmente anacrónicas y anti-populares?".