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La tecnología nuclear Latinoamérica y mundial

| Artículos de opinión

Energía renovables vs. energía nuclear es la batalla equivocada

Autor | Ben Heard


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés.


Palabras Claves
, Australia, cambio climático, debate, desechos, energía eólica, energía nuclear, energía solar, energías renovables, reactores nucleares



24-12-2014 | SI USTED ESTÁ A FAVOR DE LA ENERGÍA NUCLEAR para Australia, no está solo. Casi dos quintas partes de los australianos también lo están, mientras que una quinta parte no están seguros y los dos quintos restantes dicen no estar a favor. Pero parece que la discusión sobre la energía nuclear se hiciera como pisando huevos, temerosos de obtener respuestas rencorosas de la mayoría de nuestros amigos, vecinos, partes interesadas y electores. El temor es infundado.


Cuando cambié de opinión sobre la energía nuclear, lo hice de la manera más pública posible (1): presenté mi caso y mis fundamentos ante una sala llena con sesenta extraños. Desde entonces me he dirigido al menos a un par de miles de australianos en un gran número de foros, debates y discusiones, en la radio y la televisión. Ni una sola vez en estos encuentros he observado esta supuesta impopularidad de manera tan manifiesta y vehemente, en contra de la energía nuclear. Esta es una suposición de santidad casi religiosa y casi ninguna realidad. He conocido y respondido las preguntas de quienes se oponen y de los indecisos. Básicamente están interesados. Quieren respuestas satisfactorias a las inquietudes antes de marcar la casilla de apoyo. Nada en el mundo podría ser más razonable.

Quizá el discurso más pernicioso, el que está impidiéndonos dar una respuesta verdaderamente visionaria al cambio climático, es el que enfrenta a las energías renovables con la energía nuclear. Esta falsa dicotomía hace que algunos activistas y aficionados a los temas energéticos busquen soluciones 100% renovables, mientras que otros parecen tener la misión de echar por tierra las energías renovables. En esa pelea, los únicos ganadores son el carbón, el petróleo y el gas. Encarar el desafío de la descarbonización excluyendo por defecto a la energía nuclear, o con la obsesión de las limitaciones o las virtudes de las energías renovables, es una pérdida de tiempo.

Si creemos que el cambio climático es un problema urgente, y no un simple vehículo útil para las tecnologías de envasado aséptico con PET, entonces es hora de ser serios y de poner todas las soluciones sobre la mesa.

No hay duda de que hay mucho trabajo por hacer antes de poder generar electricidad a partir de la energía nuclear en Australia. Eso es sólo un argumento para comenzar. Podemos continuar implementando las energías renovables maduras, listas para su comercialización. Podemos ajustar los tornillos al uso a veces abusivo de la energía que consumimos mientras nos preparamos para el crecimiento demográfico y la electrificación gradual de nuestro sector de transportes.

En este momento la energía solar y la energía eólica proporcionan apenas un tres por ciento de la electricidad australiana. Para lograr el mejor resultado posible en materia climática, debemos perseguir la eficiencia energética utilizando las energías renovables y la energía nuclear al mismo tiempo. Tenemos que iniciar el camino hacia la energía nuclear de inmediato, en vez de esperar a que llegue un momento de desesperación total en el futuro.

Los reactores nucleares representan aquello que debemos alcanzar. Tienen una capacidad de generación mediana a grande con muy alta confiabilidad a partir de una fuente de combustible increíblemente denso (2). Usar la energía nuclear significa apostar el mínimo en tecnologías que provocan incertidumbre, así como cambios mínimos en el sistema. Es por ello que una contribución inteligente entre las energías renovables y la eficiencia energética, en colaboración con la energía nuclear, será probablemente el camino más rápido y más barato hacia un futuro limpio, si se toman en cuenta todas las consideraciones tecnológicas, financieras y sociales.

"Es hora de ponernos serios y de poner todas las soluciones sobre la mesa"
Por el contrario, el excluir a la energía nuclear resultará costoso. Implicará elevados costos de sistema (3) para asegurar la fiabilidad de la fuente, por sus niveles muy altos de generación intermitente. Apuesta fuerte al éxito de tecnologías comercialmente incipientes y muy caras (por ejemplo, la energía solar térmica con almacenamiento), que encuentran serios escollos de ingeniería a la hora de alcanzar la escala de mercado (como la geotérmica de roca seca o la captura de carbono con almacenamiento) o son simplemente desastrosas en materia de sostenibilidad cuando se requiere aumentar la escala (como en las flamantes y gigantescas industrias de biomasa). Entonces, con lo que probablemente nos quedaremos es con un gran sector de carbón y de gas, y una gran factura debida al pago de compensaciones por el carbono emitido, si queremos hacer algo al respecto.

Por lo tanto quienes nos asumimos como la voz de la sostenibilidad, nos preguntamos: ¿Qué hay de meritorio en excluir a la energía nuclear en favor de estas opciones de alto riesgo? ¿Por qué excluir una tecnología que ha sido probada en todo el mundo, que proporciona electricidad confiable a precios competitivos, sin emisiones de gases de efecto invernadero, de partículas, de dióxido de azufre o de óxido nítrico?

La razón comúnmente citada para continuar diciendo que no, es la gestión del combustible nuclear gastado durante supuestamente cientos de miles de años. Esto requiere un poco de humildad y de ideas claras.

Antes de asumir la responsabilidad por los desechos nucleares en un futuro tan lejano, primero debemos recordar esto: estamos en camino de alterar completamente nuestro sistema climático durante este siglo. Nos enfrentamos a una potencial catástrofe que es relevante para nosotros, nuestros hijos y nietos. Estamos fracasando, y mucho, para contrarrestar esta amenaza.

También contamos con soluciones de almacenamiento tecnológicamente maduras para mantener seguras pequeñas cantidades de combustible nuclear gastado. Incluso tenemos diseños probados de reactores que utilizan el 99 por ciento del combustible gastado para funcionar. Estos reactores dejan un residuo pequeño que decaerá al nivel de la radiación de fondo en 300 años.

Desde una perspectiva de sustentabilidad, la inclusión de la energía nuclear debería ser obvia. Citar la equidad intergeneracional como argumento para rechazar la energía nuclear es dar vuelta por completo el concepto. Es una prueba de que la sostenibilidad ha perdido el rumbo y carece de la sofisticación necesaria para seguir siendo relevante en un mundo complejo.

Es hora de que los defensores de la sostenibilidad en Australia digan la verdad sobre este tema. Debemos dirigir a nuestra comunidad hacia un diálogo abierto y honesto a nivel nacional sobre el uso de todas las tecnologías a fin de lograr un futuro energético estable y profundamente descarbonizado.

* Originalmente publicado por el autor en agosto de 2013, en http://www.abc.net.au/environment/articles/2013/08/09/3821327.htm
Cedido sus derechos para su reproducción completa por OETEC. Traducción y actualización OETEC.



Bibliografia
(1) http://www.slideshare.net/BenHeard/nuclear-power-from-opponent-to-proponent

(2) http://decarbonisesa.com/energy-density-explained-using-a-satchel/

(3) http://www.climatechange.gov.au/reducing-carbon/australian-energy-market-operator/100-cent-renewables-study-modelling-outcomes